Sonidos arcaicos: Los inicios de la música grabada
Los Viejos Buenos Tiempos: 1900-1914
La historia de la música popular norteamericana es la historia de la vida de los norteamericanos, porque la música es reflejo de la historia. Hubo, y las hay, canciones sobre las guerras, asuntos políticos, héroes y villanos, acontecimientos nacionales, tragedias, esperanzas y frustraciones. Algunas canciones son triviales, aparecen y desaparecen al instante, pero otras perdurarán para siempre en la memoria colectiva, alcanzando, con mayor o menor fortuna, el siglo XXI.
La música popular es la música del pueblo, lo que la gente canta, tararea, silva, toca o escucha, en actuaciones en directo o a través de reproductores electromecánicos. Esto ha sido así en todas las épocas, aunque resulta obvio que a principios del siglo XX se produjo un profundo cambio en la calidad y el estilo, tanto de las letras como de la música.
Las baladas sentimentales que triunfaban en la década de 1890s pueden resultar hoy día completamente pasadas de moda, pero a pesar de ello un puñado de estas canciones aún perduran en el recuerdo: "American Patrol", "Ta-ra-ra-boom-de-ay", "After The Ball", "The Bowery", "Daisy Bell", "Good Morning To All", "The Sidewalks Of New York", "The Band Played On", "The Streets Of Cairo", junto con las marchas de Sousa, como "King Cotton", "El Capitan" y "Hands Across The Sea", pero también "A Hot Time In The Old Town", "Sweet Rosie O´Grady" y "On The Banks Of The Wabash".
La Primera Década del siglo XX
Los primeros años del nuevo siglo fueron tranquilos. Unos cuantos ricachones poseían automóviles y ofrecían lujosas fiestas para amigos y empresarios. El automóvil pronto se convirtió en protagonista de canciones de moda: "In My Merry Oldsmobile" o "He´d Have To Get Under, Get Out And Get Under To Fix Up His Automobile". Al tiempo que los americanos comenzaron a volar por los cielos en aquellos primitivos aeroplanos, celebraban los éxitos con temas como "Come, Josephine, In My Flying Machine". El béisbol se convirtió en el pasatiempo nacional, y el país cantaba "Take Me Out To The Ball Game".
Ésta fue la década en la que se fundó la Asociación de la Prensa, Teddy Roosevelt se convierte en presidente, el telégrafo inalámbrico se convierte en realidad, Henry Ford inaugura su Ford Motor Company, y comenzando la verdadera producción en masa de coches, los hermanos Wright lanzan con éxito su primer aeroplano, convirtiendo en realidad el sueño de volar, los Juegos Olímpicos se celebran por primera vez en Estados Unidos, un catastrófico terremoto devastó San Francisco, los movimientos en contra del alcohol y el tabaco se generalizan, y el almirante Robert Peary llega al Polo Norte.
En el mundo del espectáculo, la banda de John Philip Sousa realiza su primera gira por Europa, las grabaciones fonográficas comienzan a hacerse más populares, Enrico Caruso debuta en los Estados Unidos, George M. Cohan debuta en los escenarios, el cine mudo es todo un acontecimiento, se filman los primeros dibujos animados, se establece el circuito de vodeviles, y Florenz Ziegfeld inaugura sus Follies.
Música Grabada: Discos o Cilindros
La historia de la música no hubiera sido la misma sin dos inventos cruciales. En 1876 Edison inventó el fonógrafo, o máquina parlante, un artilugio ideado para hacer dictados con aplicaciones en el mundo de los negocios; todo lo más, un juguete divertido. Años más tarde, en 1888 Emile Berliner ideaba el gramófono, primer sistema de grabación y reproducción que utilizaba un disco plano, a diferencia del fonógrafo, que empleaba un cilindro. Pronto, ambos aparatos dejaron sentir su presencia. Los fonógrafos y los gramófonos se iban haciendo su hueco dentro de los hogares americanos.
La historia de la música popular norteamericana es la historia de la vida de los norteamericanos, porque la música es reflejo de la historia. Hubo, y las hay, canciones sobre las guerras, asuntos políticos, héroes y villanos, acontecimientos nacionales, tragedias, esperanzas y frustraciones. Algunas canciones son triviales, aparecen y desaparecen al instante, pero otras perdurarán para siempre en la memoria colectiva, alcanzando, con mayor o menor fortuna, el siglo XXI.
La música popular es la música del pueblo, lo que la gente canta, tararea, silva, toca o escucha, en actuaciones en directo o a través de reproductores electromecánicos. Esto ha sido así en todas las épocas, aunque resulta obvio que a principios del siglo XX se produjo un profundo cambio en la calidad y el estilo, tanto de las letras como de la música.
Las baladas sentimentales que triunfaban en la década de 1890s pueden resultar hoy día completamente pasadas de moda, pero a pesar de ello un puñado de estas canciones aún perduran en el recuerdo: "American Patrol", "Ta-ra-ra-boom-de-ay", "After The Ball", "The Bowery", "Daisy Bell", "Good Morning To All", "The Sidewalks Of New York", "The Band Played On", "The Streets Of Cairo", junto con las marchas de Sousa, como "King Cotton", "El Capitan" y "Hands Across The Sea", pero también "A Hot Time In The Old Town", "Sweet Rosie O´Grady" y "On The Banks Of The Wabash".
La Primera Década del siglo XX
Los primeros años del nuevo siglo fueron tranquilos. Unos cuantos ricachones poseían automóviles y ofrecían lujosas fiestas para amigos y empresarios. El automóvil pronto se convirtió en protagonista de canciones de moda: "In My Merry Oldsmobile" o "He´d Have To Get Under, Get Out And Get Under To Fix Up His Automobile". Al tiempo que los americanos comenzaron a volar por los cielos en aquellos primitivos aeroplanos, celebraban los éxitos con temas como "Come, Josephine, In My Flying Machine". El béisbol se convirtió en el pasatiempo nacional, y el país cantaba "Take Me Out To The Ball Game".
Ésta fue la década en la que se fundó la Asociación de la Prensa, Teddy Roosevelt se convierte en presidente, el telégrafo inalámbrico se convierte en realidad, Henry Ford inaugura su Ford Motor Company, y comenzando la verdadera producción en masa de coches, los hermanos Wright lanzan con éxito su primer aeroplano, convirtiendo en realidad el sueño de volar, los Juegos Olímpicos se celebran por primera vez en Estados Unidos, un catastrófico terremoto devastó San Francisco, los movimientos en contra del alcohol y el tabaco se generalizan, y el almirante Robert Peary llega al Polo Norte.
En el mundo del espectáculo, la banda de John Philip Sousa realiza su primera gira por Europa, las grabaciones fonográficas comienzan a hacerse más populares, Enrico Caruso debuta en los Estados Unidos, George M. Cohan debuta en los escenarios, el cine mudo es todo un acontecimiento, se filman los primeros dibujos animados, se establece el circuito de vodeviles, y Florenz Ziegfeld inaugura sus Follies.
Música Grabada: Discos o Cilindros
La historia de la música no hubiera sido la misma sin dos inventos cruciales. En 1876 Edison inventó el fonógrafo, o máquina parlante, un artilugio ideado para hacer dictados con aplicaciones en el mundo de los negocios; todo lo más, un juguete divertido. Años más tarde, en 1888 Emile Berliner ideaba el gramófono, primer sistema de grabación y reproducción que utilizaba un disco plano, a diferencia del fonógrafo, que empleaba un cilindro. Pronto, ambos aparatos dejaron sentir su presencia. Los fonógrafos y los gramófonos se iban haciendo su hueco dentro de los hogares americanos.
Thomas Alva Edison y Emile Berliner
Hasta principios del siglo pasado la música se difundía a través de partituras, despachándose millones de copias de los temas más populares, siempre arreglados para tocar al piano. Pero al tiempo que la industria del disco se consolidaba, los locales públicos donde se interpretaban las canciones de moda sintieron que se escapaba su exclusividad, llegando a tambalearse la industria del piano y la partitura. Ya no era necesario que las jovencitas aprendieran a tocar el piano para animar las veladas: uno podía tener en casa a los mejores tenores, sopranos y orquestas.
La industria del piano continuaba siendo un próspero negocio a principios de siglo. Anuncio publicitario de 1902
En un primer momento las grabaciones se realizaban siguiendo exclusivamente un proceso acústico, esto es, sin amplificadores ni electricidad. Los intérpretes debían cantar o tocar lo más cercano posible al cuerno acústico de grabación. No fue hasta mediados de los años 20 cuando la electricidad entró en el mundo de la grabación, con la aparición de los micrófonos y los amplificadores, que reemplazaron el proceso acústico.
Casi todas las grabaciones populares fueron realizadas en cilindros de cera marrón hasta que Emile Berliner comenzara a producir sus gramófonos, a mediados de 1890s, y los discos planos arribaran al mercado. Solo los más pudientes podían permitirse estos discos de una sola cara para poder escuchar alguno de aquellos temas tan populares. Un ejemplo: "Meet Me In St. Louis, Louise", cantada por Billy Murray en un disco de Columbia Records, se podía vender en 1904 por un dólar, pero la clase trabajadora ganaba por debajo de los 500 dólares anuales, no pudiendo acceder fácilmente a este tipo de entretenimientos. Incluso la clase más acomodada, que disponía de una cierta libertad a la hora de gastar su dinero en el ocio, era extremadamente selectiva a la hora de comprar un disco de a dólar.
Los cilindros, vendidos a 50 centavos años antes, habían incluso bajado de precio, pudiéndose comprar una canción grabada en cilindro de cera por solo 25 centavos. Los cilindros de cera eran más frágiles que los discos planos, y por muchas razones, pero especialmente por la mayor calidad de su sonido, los principales intérpretes y los amantes de la música fueron decantándose paulatinamente a favor del formato del disco plano. Por esta razón, antes de 1905, los discos planos eran tan caros que no podían competir en popularidad con los cilindros, por lo que es difícil establecer un barómetro con el que confeccionar una lista fiable de éxitos.
Hacia finales de la década estaba claro que los cilindros estaban en franca decadencia y los discos eran el futuro. De las casi 30 millones de grabaciones vendidas en 1909, la gran mayoría eran ya discos planos. Columbia dejó de producir cilindros en 1912, y Edison continuó su fabricación de cilindros durante un par de décadas más, destinados principalmente al mercado rural, pero las ventas de discos fueron definitivamente predominantes.
La Edison Phonograph Co. y los primeros cilindros de cera marrón
El 7 de enero de 1878 Edison llegó a un acuerdo con Oliver D. Russell, a quien concede la licencia para fabricar su fonógrafo, considerado en un primer momento un simple juguete para críos. En abril Russell se asocia con Charles B. Harris en lo que será el nacimiento de la Toy Phonograph Company, pero estos acuerdos concluyen en octubre de este mismo año, y en noviembre la licencia fue traspasada a Hilbourne Roosevelt. La Edison Speaking Phonograph Company, establecida en Connecticut, controlaba las patentes y fabricaba, vendía y alquilaba estas curiosas "máquinas parlantes". En 1887 se abre una sucursal en Maine, la Edison Phonograph Toy Manufacturing Company, que mantiene abiertas oficinas en Boston y Nueva York, pero el negocio de la venta de fonógrafos de juguete desaparecerá en 1895.
El 10 de octubre de 1887 nace, en New Jersey, la Edison Phonograph Company, dedicada a la fabricación y venta de fonógrafos pensados para reproducir cilindros con música grabada. Jessee Lippincott, socio de Edison, adquirió la compañía en junio de 1888, quedando integrada dentro del control de la North American Phonograph Company. Para el control de las patentes y la fabricación de fonógrafos Edison abrió, en mayo de 1888, una nueva fábrica en West Orange (New Jersey), la Edison Phonograph Works.
El cilindro del dúo formado por David B. Dana (corneta) y Edward Issler (piano), grabado en Orange (New Jersey), en 1891, es una muestra de las primeras grabaciones de la Edison Phonograph Works.
D.B. Dana & Edward Issler
"Cujus Animam (Stabat Mater)" (Rossini)
(Edison Phonograph Works s/n, 1891) mp3
David Dana (1855-1917), corneta solista en la orquesta de Issler, actuaba a veces también como solista en fanfarrias. Por su parte, Edward Issler (1855-?) pasará a la historia de la música popular por haber dirigido la primera orquesta de renombre, grabando entre 1888 y 1900. Junto a Issler (piano) y Dana (corneta), destacaron en la orquesta el flautista George Schweinfest (1862-1949), y el violinista A.T. van Winkle.
Imágenes extraídas del catálogo de la New Jersey Phonograph de 1894
El 14 de julio de 1888, también en New Jersey, nace la North American Phonograph Company, la cual adquirió a través de su co-fundador, Jessee Lippincott, los derechos de la American Graphophone Company, manteniendo en exclusividad la licencia para comercializar los fonógrafos de Edison en toda América y Canadá. Edison asumió el control financiero y administrativo de la empresa, y en junio de 1892 se convirtió en su presidente y máximo accionista.
Tenemos aquí un par de ejemplos tempranos de los primeros cilindros fabricados por la North American Phonograph Company: una versión de la canción popular "Bell Buoy", interpretada por el famoso barítono galés John W. Myers (1864-1919), grabada probablemente entre 1891 y 1892, y la versión del famoso tema de Henry Carey "Sally In Our Alley", a cargo del neoyorquino Cuarteto Manhansett.
J. W. Myers
"Bell Buoy"
(North American Phonograph Company s/n, 1891-92) mp3
Muy poco se sabe acerca de la vida de John Myers. Emigró a los Estados Unidos con la edad de 12 años. Establecido en Nueva York, se convierte en mánager teatral, y hacia 1892 es presentado ya como uno de los más famosos cantantes del momento, lo que hace suponer que su carrera como cantante se iniciaría hacia 1890.
J.W. Myers hacia 1893
Myers consiguió importantes éxitos durante su carrera como cantante: "Two Little Girls In Blue" (1893), "The Sidewalks Of New York" (1895), "Just Tell Them That You Saw Me" (1895), "When You Were Sweet Sixteen" (1901), "On A Sunday Afternoon", "Way Down In Old Indiana", "In The Good Old Summer Time" (1902).
El Manhansett Quartette tiene el honor de haber sido el primer grupo vocal en alcanzar el éxito comercial con sus grabaciones, en un período comprendido entre 1892 y 1901. El grupo lo forman, en torno a la calle Bowery, al sur de Manhattan, George J. Gaskin, Gilbert Girard, Joe Riley, y un tal Evans, y en 1894 se incorpora el tenor John Bieling.
Manhansett Quartette
"Sally In Our Alley" (Henry Carey)
(North American Phonograph Company s/n, 1892) mp3
(North American Phonograph Company s/n, 1892) mp3
"Sally In Our Alley" fue uno de los grandes éxitos del Cuarteto, pero también destacaron "The Picture Turned Towards The Wall" (1892) y "The Old Oaken Bucket" (1894). Sin duda Gaskin fue el vocalista más destacado, con una carrera en solitario que inició ya en 1891, y miembro desde 1896 del Edison Quartet, del que también será miembro John Bieling. Tras la disolución del Cuarteto, Girard inició una carrera en solitario de cierto éxito, cantando en ocasiones a dúo con Len Spencer.
La compañía de Edison, que comercializaba sus cilindros de cera desde 1889, tras varias y significativas mejoras técnicas, comenzó en 1896 la producción masiva de cilindros de cera marrón ("Brown Wax Cylinders"), que dominaron el mercado discográfico hasta 1901. Son los comienzos de la National Phonograph Company, que nace el 27 de enero de 1896 tras el cierre de la North American Phonograph.
La National Phonograph controlará a partir de este momento todo el proceso de fabricación y comercialización, las oficinas de distribución y los estudios de grabación, así como las factorías de fabricación de fonógrafos situadas en el extranjero: Gran Bretaña, Alemania, Francia y Bélgica, y las distribuidoras subsidiarias en Australia y México.
El New Standard Phonograph de 1898
Columbia Phonograph Company
Establecida en el distrito de Columbia (Washington, D.C.), fundada en 1888 por Edward Easton y un pequeño grupos de inversores, Columbia inició sus pasos como subsidiaria de la North American Phonograph Company.
Columbia Phonograph Company jugaba con ventaja con respecto a sus competidores locales: poseía el monopolio para la distribución y venta de los fonógrafos de Edison, y de sus cilindros, en Washington D.C, Maryland y Delaware, al tiempo que editaba material propio y el de otras pequeñas compañías fonográficas de la región.
Aquí tenemos dos registros de Columbia Phonograph realizados en 1890 y 1891, respectivamente. El primero de ellos es una de las numerosísimas marchas militares de John Philip Sousa (Washington, 1854-1932); el segundo, una versión de "The Mocking Bird", de Septimus Winner.
Establecida en el distrito de Columbia (Washington, D.C.), fundada en 1888 por Edward Easton y un pequeño grupos de inversores, Columbia inició sus pasos como subsidiaria de la North American Phonograph Company.
Columbia Phonograph Company jugaba con ventaja con respecto a sus competidores locales: poseía el monopolio para la distribución y venta de los fonógrafos de Edison, y de sus cilindros, en Washington D.C, Maryland y Delaware, al tiempo que editaba material propio y el de otras pequeñas compañías fonográficas de la región.
Aquí tenemos dos registros de Columbia Phonograph realizados en 1890 y 1891, respectivamente. El primero de ellos es una de las numerosísimas marchas militares de John Philip Sousa (Washington, 1854-1932); el segundo, una versión de "The Mocking Bird", de Septimus Winner.
U.S. Marine Band
"The Thunderer" (John Philip Sousa)
(Columbia Phonograph Company s/c, 1890) mp3
"The Thunderer" (John Philip Sousa)
(Columbia Phonograph Company s/c, 1890) mp3
La United States Marine Band es la más antigua de las bandas militares estadounidenses, creada el 11 de julio de 1798, alcanzando una gran popularidad bajo la dirección del compositor John Philip Sousa entre 1880 y 1892, año en que forma su propia orquesta, la Sousa´s Band.
La U.S. Marine Band, liderada por Sousa, en 1890
John Yorke AtLee
"The Mocking Bird" (Septimus Winner)
(Columbia Phonograph Company s/n, 1891) mp3
John Yorke AtLee, natural de Detroit, se asentó en Washington D.C., donde trabajó en teatros de vodevil como silbador. Por su alto tono y capacidad de penetración, las canciones con silbidos resultaban ideales para ser grabadas, en una época en que la tecnología brillaba por su ausencia. AtLee grabó sus primeros cilindros con Columbia en Washington D.C., y hacia finales de 1891 los boletines de la compañía anunciaban ya 36 grabaciones suyas. Los discos de AtLee se vendían como rosquillas, siendo uno de los principales ingresos de la compañía, donde permaneció hasta 1896, cuando marchó a Berliner, por aquellos entonces la única compañía de discos planos. Se retiró a finales de 1898, marchando a Carolina del Sur, donde se dedicó a vender fonógrafos en la tienda de pianos Duston-Smith.
A partir de 1894 Columbia Phonograph quedó desvinculada de la North American Phonograph, grabando y vendiendo desde entonces exclusivamente material propio. Con el paso del tiempo Columbia se convertirá en una de las mayores compañías discográficas de la industria musical.
Otras pequeñas compañías asociadas a Edison Records
Otra de las muchas subsidiarias del emporio de Edison fue la United States Phonograph Company, con sede en New Jersey, fundada probablemente hacia 1892 y sucesora de la New Jersey Phonograph Company. Escuchamos "The Night Alarm", del compositor David Wallis Reeves.
Otra de las muchas subsidiarias del emporio de Edison fue la United States Phonograph Company, con sede en New Jersey, fundada probablemente hacia 1892 y sucesora de la New Jersey Phonograph Company. Escuchamos "The Night Alarm", del compositor David Wallis Reeves.
Holding´s Military Band
"The Night Alarm" (David Wallis Reeves)
(United States Phonograph Company 355, 1892) mp3
"The Night Alarm" (David Wallis Reeves)
(United States Phonograph Company 355, 1892) mp3
El compositor David Wallis Reeves (1838-1900), cornetista y director de orquesta, fue el primero en desarrollar la música de marcha norteamericana, muy popular más tarde gracias a las composiciones de Sousa, quien lo consideraba "el padre de la música de bandas en America".
Entre las subsidiarias también destacó la New England Phonograph Company, que distribuía en Nueva Inglaterra los cilindros de la North American, gozando igualmente de una cierta libertad a la hora de editar sus propias grabaciones.
Entre las subsidiarias también destacó la New England Phonograph Company, que distribuía en Nueva Inglaterra los cilindros de la North American, gozando igualmente de una cierta libertad a la hora de editar sus propias grabaciones.
Baldwin´s Cadet Band Of Boston
"Beau Ideal March" (John Philip Sousa)
(New England Phonograph Company, 1893) mp3
La alternativa al fonógrafo: Los primeros discos planos de Emile Berliner
Berliner, por su parte, fundó a principios de la década de 1890 la American Gramophone Company, con sede en Nueva York, convirtiéndose en la primera compañía de Norteamérica en fabricar, distribuir y vender discos planos. Sin éxito, en 1894 traslada su negocio a Washington D.C., donde comienza a fabricar discos de goma dura (ebonita), rebautizando la compañía con el nombre de United States Gramophone Company.
Escuchamos aquí dos grabaciones de Berliner realizadas por dos de los más importantes vocalistas de la época: Dan W. Quinn (New York, 1859-1938), cuya larga carrera discográfica comprende el período 1892-1918, y George J. Gaskin, que como hemos visto, fue miembro destacado del Manhansett Quartette y del Edison Quartet, con una fructífera carrera en solitario entre 1891 y 1905.
Dan W. Quinn
"The Band Played On" (John F. Palmer/Charles B. Ward)
(Berliner 961, 1895) mp3
"The Band Played On" (John F. Palmer/Charles B. Ward)
(Berliner 961, 1895) mp3
George J. Gaskin
"Drill, Ye Tarriers"
(Berliner 0064, 1896-1899) mp3
"Drill, Ye Tarriers"
(Berliner 0064, 1896-1899) mp3
Los competidores de Edison: compañías fonográficas independientes
Edison Phonograph y sus múltiples compañías subsidiarias ejercieron un auténtico monopolio sobre esta incipiente industria. Entre las independientes destacaba la New York Phonograph Company y la Chicago Talking Machine.
Issler´s Orchestra
"Occidental march" (John Philip Sousa)
(Chicago Talking Machine Company 153, 1894-1896) mp3
Junto a ellas sobresalieron algunas otras compañías locales, principalmente las de Wisconsin, Minnesota, Illinois, Missouri, Ohio, Kansas y Kentucky.
Bison City Quartet
"Mill Medley"
(Ohio Phonograph Company s/n, 1893-1895) mp3
Anuncio de una actuación del Bison City Quartet en Hanover Park, Illinois, en julio de 1897
H.G. Williams
"Sweet Marie" (Raymon Moore)
(Ohio Phonograph Company s/n, 1893-1895) mp3
Hacia finales de siglo Columbia y Edison compitieron ferozmente por lanzar al mercado los mejores y más perfectos fonógrafos. Fue la época de los "Fonógrafos Grandes". El primero en salir al mercado fue el Graphophone Grand de Columbia, lanzado a la venta en las navidades de 1898 y diseñado para reproducir cilindros "Grandes", de 5 pulgadas de diámetro (los cilindros convencionales eran de 2 pulgadas). La mayor superficie del cilindro permitía surcos mayores, lo que significó una mejora sustancial del sonido, que salía más alto y con mayor claridad. Los cilindros Grand costaban 5 dólares de la época (125$ a precio de hoy, ¡por una sola canción!), y obviamente estaban destinados a un público de alto poder adquisitivo.
Para no ser menos, Edison sacó al mercado su propia versión, los "Concert Phonograps", en febrero de 1899. Los Edison Concert Records eran similares a los de Columbia, caros y desesperadamente frágiles (pocos se conservan hoy día). Como consecuencia se vendieron pocos: frente a las 173.000 copias vendidas entre 1901 y 1902, se vendieron cerca de 2 millones de cilindros convencionales.
Edison Concert Band
"Beau Ideal" (John Philip Sousa)
(Edison Concert Record 8, 1899) mp3
Con el cambio de siglo un nuevo actor entrará en escena: la Victor Talking Machine Company, que gracias a un acuerdo con Berliner comercializará gramófonos y discos planos. La era de los cilindros pronto llegará a su fin.
Máquina Parlante "Empire", lo más avanzado de 1916
Partituras y Tin Pan Alley
A principios de siglo el trabajador medio ganaba menos de 25 centavos la hora. A pesar de ello, los pianos y las partituras continuaban vendiéndose en cantidades significativas. En la década anterior las partituras habían sido muy caras; no era inusual encontrar una copia de una canción popular por más de dos dólares. El nuevo siglo encontró nuevas fórmulas para abaratar los costes en la impresión de partituras, incrementándose así sus ventas. De forma que las partituras llegaron a costar en torno a los 25 centavos.
Catálogo de Música Popular de septiembre de 1900. De entre las partituras más vendidas, la mayor parte de ellas costaban 25c., mientras que las más caras no pasaban de 38c. The Lewiston Daily Sun, 15-09-1900.
En la década de 1900s la difusión de la partitura era crucial para que una canción lograra el éxito entre el gran público. El número de copias de partituras que una canción lograba vender era el elemento clave para determinar su popularidad. La mayoría de las canciones nuevas eran publicadas en forma de partituras, con las transcripciones para voz y piano. Para dar publicidad a sus canciones, los editores convencían a los mejores cantantes para que interpretaran sus temas, preferiblemente en grandes escenarios.
La publicación de canciones comenzó a ser un negocio lucrativo después de que Charles K. Harris editara "After The Ball" en 1892. El éxito de Harris sentó las bases de un nuevo negocio: la venta de canciones populares, y así, la industria de la partitura pronto se convirtió en el medio más efectivo para propagar la música popular entre el público.
Pero qué es, o dónde estuvo Tin Pan Alley?. Éste fue simplemente un apodo del barrio neoyorquino donde una vez se concentraron la mayoría de los editores de la época. Hacia finales de 1890s, la ciudad de Nueva York se convirtió en el centro neurálgico de la industria editora y hogar de los compositores más afamados. La mayoría de ellos gravitaron en torno a la manzana de la West 28th Street, entre Broadway y la Sexta Avenida, y el sonido de sus pianos que salían de las ventanas de estos edificios creaban un ambiente que el periodista Monroe Rosenfeld describió como cacerolas de latón (tin pans) replicando al unísono.
En uno de sus artículos de principios de 1900s Rosenfeld dio a esta zona el apelativo de "Tin Pan Alley" (El callejón de las sartenes de lata). En los años 20s la mayoría de las editoriales se habían trasladado a la calle 42 y otras zonas, pero el término se mantuvo como sinónimo del negocio de la música popular desarrollado en la ciudad de Nueva York. Durante esta época al menos, la mayoría de las firmas editoras más importantes, como Witmark, Harms, Feist y Von Tilzer, tuvieron su base en Manhattan. Otras ciudades, como Philadelphia, Boston, Detroit, St. Louis y Chicago también tuvieron editoras musicales, pero incluso la mayoría de ellas tuvieron oficinas en Nueva York.
Tin Pan Alley creció en importancia al tiempo que el vodevil se iba haciendo cada vez más popular. Las nuevas canciones se escuchaban por vez primera a través de estos espectáculos en directo, en Nueva York o en otras ciudades del circuito de vodevil, antes que en otros lugares. No es extraño que los editores se fijaran en las estrellas del vodevil como medio eficaz para dar a conocer sus creaciones. Y al mismo tiempo, sucedía que los empresarios teatrales cada vez solicitaban a los creadores una mayor cantidad de material nuevo y de calidad.
Durante esta década, los compositores de Tin Pan Alley sacaron al mercado cerca de 100 canciones cuyas partituras tuvieron unas ventas que superaron el millón de copias. El negocio de la partitura era un asunto muy rentable. En la mayoría de los hogares de la clase media había un piano en el salón, y normalmente la madre, o al menos uno de los hijos, tocaba el piano para que todos cantasen en familia. Sin radio, televisión y, en la mayoría de ciudades y pueblos, sin espectáculos en directo, las canciones familiares de después de la cena era el mayor y casi exclusivo entretenimiento, y las partituras jugaron un papel esencial en aquellas horas de canturreos.
Pero, qué tipo de canciones fueron las más Populares?
Los arreglos para Cuartetos Masculinos fueron populares, con canciones interpretadas por un primer tenor, un segundo tenor (que normalmente cantaba la melodía), un barítono y un bajo. Sus voces se acoplaban para cantar la canción, pero no constituían lo que más tarde se dio en llamar "Cuartetos de Barbería", que aparecieron en los años 20s y se popularizaron sobre todo en los 40s. Victor grababa al Haydn Quartet, mientras que Columbia apostó por el Peerless Quartet y el Columbia Male Quartet. Harry Macdonough era líder del Haydn Quartet, mientras que Frank Stanley, y más tarde Henry Burr, fueron las voces principales de los cuartetos de Columbia.
El cuarteto vocal American Quartet grabó, para diversas compañías, entre 1899 y 1925. Era el sobrenombre de un cuarteto formado por John Bieling, Jere Mahoney, S.H. Dudley y William F. Hooley, que grabó para Edison bajo el nombre de Edison Male Quartet, y para Berliner con el nombre de Haydn Quartet. Bajo este mismo nombre, con Albert C. Campbell, W.T. Leahy, Dudley y Hooley, grabaron para el sello Victor, desde 1901, compañía donde alcanzaron su mayor nivel de popularidad en el período 1909-1913, con John Bieling (primer tenor), Billy Murray (segundo tenor), Steve Porter (barítono) y William F. Hooley (bajo).
Las canciones que podían cantarse alrededor del piano familiar dominaron las ventas de partituras, y la mayoría de ellas caían dentro de la categoría de "balada sentimental". Desde 1880s hasta principios de 1900s, las operetas europeas tuvieron una gran influencia en las canciones americanas. Este período es conocido como la "Era dorada de la balada". En los primeros años del siglo XX, algunas de las canciones más populares fueron auténticos dramones lacrimógenos. El objetivo de la balada sentimental nos es otro que embargarnos de emoción. Son los casos de éxitos como "When You Were Sweet Sixteen", "In The Sweet Bye And Bye", "Absence Makes The Heart Grow Fonder", "Shine On Harvest Moon", "In The Shade Of The Old Apple Tree", "Put On Your Old Grey Bonnet", "My Old New Hampshire Home", "I Wonder Who´s Kissing Her Now" y "A Bird In A Gilded Cage".
La tradición de los minstrels se remonta a la época de la esclavitud, cuando intérpretes blancos imitaban en tono de burla a los esclavos negros. Grupos itinerantes de minstrels, tanto de afroamericanos como de blancos que se pintaban la cara de negro con corchos quemados, todavía eran populares a principios del siglo XX. Entre las pocas canciones típicamente minstrels que fueron populares en esta época destacan "Arkansas Traveler", de 1902, "The Preacher And The Bear", de 1905, y las canciones interpretadas y grabadas por Bert Williams, especialmente su "Nobody", de 1906.
El Ragtime comenzó a desarrollarse como una música tradicional propia de la comunidad afroamericana. El dónde o cómo nació sigue siendo un misterio. El término ragtime aparece por primera vez en una partitura de 1897, y también este mismo año se graba "Rag Time Medley", interpretado por Vess L. Ossman (Berliner 467). Entre 1897 y 1900 se graban 22 ragtimes, y entre 1900 y 1910 aparecen editados más de 1800 rags.
Las "canciones de negros" (coon songs) también constituye un importante género de esta época. Las partituras de este tipo de canciones, que mostraban generalmente en la portada una imagen bastante degradante del negro americano, se vendían bien. "canciones de negros" populares, con melodías de influencia ragtime, son "Bill Bailey, Won´t You Please Come Home?", "Under The Bamboo Tree" y "Good-Bye, My Lady Love". Y aunque el ritmo contagioso del ragtime inspiró muchas canciones de principios de 1900s, será en la década siguiente cuando realmente cobre una gran importancia.
La primera década del siglo XX fue también rico en canciones que podemos llamar "de actualidad", reflejando los acontecimientos del momento, como "Meet Me In St. Louis, Louis", inspirada en la Exposición Comercial de Louisiana de 1904, con sede en St. Louis. Los vuelos de Wright, como ya dijimos, inspiraron temas como "Come Take A Trip In My Air Ship", mientras que los éxitos automovilísticos inspiraron "In My Merry Oldsmobile", en 1905.
Las orquestas de viento-metal (brass bands) eran muy populares en esta época. Cualquier ciudad, fuese del tamaño que fuese, poseía una orquesta que amenizaba las tardes de los sábados en plazas y parques. Pero de lejos, la orquesta más famosa fue la de John Philip Sousa, que recorrió toda América y parte de Europa, grabando innumerables marchas militares.
A principios del siglo XX el circuito de salas de teatro estaba bien consolidado, y de hecho los teatros fueron el mejor medio para mostrar una gran variedad de espectáculos al gran público americano. Las operetas europeas fueron las favoritas del público, y las producciones de Victor Herbert fueron acogidas con enorme entusiasmo, pero también las de Franz Lehar y Oscar Straus. Algunos ejemplos pueden ser Mlle. Modiste, The Red Mill, The Chocolate Soldier y The Merry Widow. El teatro musical ofrecía también otro tipo de divertimentos, como Florodora, The Wizard Of Oz, Babes In Toyland, Little Johnny Jones, y Forty-Five Minutes From Broadway, además de los Ziegfeld Follies.
Solo unas pocas piezas clásicas gozaron de popularidad entre el público, y éstas en parte gracias a la fama de cantantes como Enrico Caruso. Algunas piezas de música clásica que alcanzaron el éxito en este época fueron "Vesti La Giubba", de I Pagliacci, "Celeste Aida", de Aida, y "Solenne In Quest´ Ora", de La Forza Del Destino.
El ocaso de Berliner
Hacia 1899 el invento de Emile Berliner estaba en manos de tres compañías: The Berliner Gramophone Company, con sede en Philadelphia, donde se fabricaban los gramófonos y los discos, The Seaman National Gramophone, con sede en Nueva York, donde se distribuían, y la United States Gramophone Company, con sede en Washington. El problema fue que a medida que la popularidad del gramófono crecía, Berliner se encontraba cada vez con mayores problemas para mantener a salvo su patente. En 1898 el inventor alemán obligó a cerrar al menos dos firmas que estaban copiando sus modelos.
Hacia 1899 el invento de Emile Berliner estaba en manos de tres compañías: The Berliner Gramophone Company, con sede en Philadelphia, donde se fabricaban los gramófonos y los discos, The Seaman National Gramophone, con sede en Nueva York, donde se distribuían, y la United States Gramophone Company, con sede en Washington. El problema fue que a medida que la popularidad del gramófono crecía, Berliner se encontraba cada vez con mayores problemas para mantener a salvo su patente. En 1898 el inventor alemán obligó a cerrar al menos dos firmas que estaban copiando sus modelos.
A principios de 1900 Berliner descubrió que su socio Frank Seaman estaba detrás de una máquina llamada Zonophone, que en realidad era una réplica exacta del Gramófono, máquina que comercializaban, a espaldas de Berliner, The Seaman National Gramophone junto con la American Gramophone y la Columbia Phonograph. Furioso, Berliner consideró que Seaman había roto el acuerdo de exclusividad y cortó todo el suministro de material a Nueva York, lo que a la postre resultó fatal para su negocio.
Seaman lo demandó a su vez por incumplimiento de contrato, y en junio de 1900 los tribunales presentaron un requerimiento judicial contra Berliner y la United States Gramophone Company, lo cual significó la salida de Berliner del negocio discográfico en América, donde le fue prohibido vender su invento. Berliner tuvo que trasladar sus fábricas a Montreal (Canadá), rebautizando la firma con el nombre de Berliner´s Gram-O-Phone Company, adoptando al famoso perrito Nipper como nuevo logotipo el 16 de julio de 1900.
Seaman lo demandó a su vez por incumplimiento de contrato, y en junio de 1900 los tribunales presentaron un requerimiento judicial contra Berliner y la United States Gramophone Company, lo cual significó la salida de Berliner del negocio discográfico en América, donde le fue prohibido vender su invento. Berliner tuvo que trasladar sus fábricas a Montreal (Canadá), rebautizando la firma con el nombre de Berliner´s Gram-O-Phone Company, adoptando al famoso perrito Nipper como nuevo logotipo el 16 de julio de 1900.
De entre los últimos discos de éxito de Berliner en Estados Unidos destacaron el famosísimo "Ma Tiger Lily", de Arthur Collins, "The Old Folks At Home", grabado por Vess L. Ossman, y "Mandy Lee", de Harry Macdonough, todos grandes éxitos de 1900.
1900: Victor Talking Machine Company entra en escena
Expulsado de Estados Unidos, Berliner traspasó sus patentes al ingeniero Eldridge R. Johnson (1867-1945), que por aquel entonces trabajaba en la fábrica de gramófonos de Philadelphia.
Tras un acuerdo entre ambos, Johnson inaugura en Philadelphia la Consolidated Talking Machine Company, en la que Berliner mantuvo una pequeña participación, consiguiendo unificar las patentes de este último con las mejoras técnicas que él mismo había ido efectuado a lo largo de los años.
Los éxitos de Gram-O-Phone Records no se hicieron esperar, logrando colocar cuatro de sus discos entre los 30 mejores de este mismo año: "San Francisco Sadie", de Dan W. Quinn (#3 en septiembre), "My Wild Irish Rose", de Harry Macdonough (#3 en octubre), "The Holy City", también grabada por Macdonough (#2 en noviembre) y "Because", del Haydn Quartet (#1 en octubre).
American Quartet
"A Night Trip To Buffalo"
(Gram-O-Phone A-43, 1900) mp3
Victor/Gram-O-Phone no tardó en acaparar el mercado del disco. En 1901 dominaba completamente las listas de éxitos: 32 de sus grabaciones se cuentan entre las 50 mejores del año, llegando seis de ellas al nº1: "The Stars And Stripes Forever", de Sousa´s Band" (en febrero), "When Reuben Comes To Town", de S.H. Dudley (en marzo) y "Any Old Place I Hang My Hat Is Home, Sweet Home To Me", de Will Denny (en diciembre), con el membrete Gram-O-Phone, y ya con la marca definitiva Victor, "Absence Makes The Heart Grow Fonder" y "The Tale Of The Bumble Bee", ambas de Harry Macdonough (en octubre) y "Good Morning, Carrie", de Dan W. Quinn (en noviembre).
El 1 de marzo de 1901 las Cortes ordenaron a Johnson retirar de sus discos la palabra "Gram-o-phone" (utilizada por Berliner), apareciendo así los Improved Records, manufacturados en Camden (New Jersey), ciudad que se convertirá en la sede definitiva. El 12 de marzo de 1901 Johnson registra la marca de su nueva compañía, la Victor Talking Machine Company, fundada el 3 de octubre de este mismo año. El sello Victor Monarch fue adoptado para los discos de 10 pulgadas (y finalmente también para los de siete) a finales de 1901, registrándose el logotipo de "La Voz de Su Amo" (His Master´s Voice), con el dibujo del perrito Nipper, el 1 de julio de 1902.
Victor contaba con un proceso de manufacturación pionero, y pronto tomó la delantera grabando a los cantantes más prestigiosos del momento. En 1901 grabó por primera vez un master utilizando tres tomas distintas (S.H. Dudley, "Fortune-telling", Victor A-821), y en 1903 implantó un nuevo modelo de prensado para acelerar los tiempos de producción de discos.
Anuncio publicitario de Victor Talking Machine (Pittsburgh Press, 10-Dic.-1902): "Reproduce todas las canciones populares y discursos con maravillosa fidelidad; los discos no están fabricados con cera, como los discos normales, sino de durísimo caucho, que durarán toda una vida".
Muy seguro de la calidad de sus discos y gramófonos, Johnson se embarcó en un ambicioso proyecto para firmar, en la medida de lo posible, contratos de exclusividad con los mejores intérpretes de ópera del momento, asumiendo que aquéllos exigirían unos contratos muy altos, inversión que Johnson sabía que iba a recuperar a largo plazo, pues la marca Victor quedaría siempre asociada a la idea de "música de alta calidad".
Estos nuevos discos llevaban etiquetas rojas ("Red Seal"), y la publicidad de la época insistía en que estos artistas y sus grabaciones sólo estaban disponibles en Victor Records, unos discos que el gran público siempre consideraría (esta era en realidad la idea de Johnson) superiores a los cilindros de cera. Liderados por el gran tenor Enrico Caruso, Los Red Seal Records cambiaron la percepción de la música grabada. El primer 10 pulgadas de Caruso, un disco a 78 rpm editado en marzo de 1903, se convirtió en un éxito arrollador, atrayendo a los estudios de la Victor Talking Machine a otros muchos famosos tenores, consolidando a Victor como líder absoluto de la industria de la grabación de discos.
Meriden Morning Record, 2.Dic.-1919
Columbia Records también fabrica discos planos, y a doble cara
Poco después del acuerdo firmado entre Berliner y Victor, Columbia Records accede a la patente del gramófono y, sin abandonar la fabricación de cilindros, comenzará a producir y vender en paralelo discos planos y cilindros de cera.
El primer disco plano editado por Columbia fue "In A Clock Store", interpretado por la Columbia Orchestra, al que siguió "The Heart Bowed Down", de J.W. Myers.
J.W. Myers
"The Heart Bowed Down" (Alfred Bunn/Michael William Balfe)
(Columbia 2, 1901) mp3
Como réplica a los Red Seals de Victor, Columbia contrató en 1903, para dar prestigio a su catálogo discográfico, a un buen número de cantantes de la New York Metropolitan Opera, como Marcella Sembrich, Lilliam Nordica, Antonio Scotti y Edouard de Reszke, pero sus técnicas de grabación dieron como resultado unos discos de mucha menos calidad (al menos para los amantes de la música clásica) que los realizados por Victor, Edison, la británica HMV, o incluso la italiana Fonotipia.
Anuncio aparecido en el Boston Evening Transcript del 6 de marzo de 1903
En 1908, tras cuatro años de duro trabajo, Columbia lanza por primera vez al mercado un disco grabado por ambas caras: "Invincible Eagle"/"Mascot Of The Troop", interpretado por la Columbia Band (Columbia A-0001), adoptando los nuevos discos el famoso logo de las "Notas Mágicas" (un par de semicorcheas).
Discos de doble cara del sello Columbia (1908)
Alentada por el éxito tecnológico, este mismo año Columbia abandona los cilindros de cera por unos cilindros de plástico (celuloide) que se llevaban algún tiempo fabricando en Albany (New York), editados con la marca Indestructible desde 1907. Tras llegar a un acuerdo comercial con esta firma, aparecen los nuevo Columbia Indestructible Records, hasta que en julio de 1912 Columbia decide concentrarse exclusivamente en los discos planos y cierra de forma definitiva sus fábricas de cilindros y fonógrafos.
Por su parte, Victor no tardó en copiar el invento del disco de doble cara, y este mismo año comienza la producción de los discos de 10 pulgadas (serie 16000: "Strains From Sterns"/"Centennial March", de Arthur Pryor´s Band, Victor 16000, grabado el 10 de septiembre de 1907), de 12 pulgadas (serie 35000: "Carmen Selection"/"Freischutz Overture", de Sousa´s Band, Victor 35000) y Red Seals de 10 pulgadas (serie 64000: "Ave Maria"/"La Paloma", de Josef Hoffman, Victor 64001).
Discos de doble cara del sello Victor (1908)
Edison, los nuevos Moldes Dorados y las Amberolas
Ya desde finales del siglo XIX Edison, consciente de las limitaciones de los cilindros de cera marrón, se había encerrado en los laboratorios con el objeto de mejorar las técnicas de fabricación de cilindros. El problema de los cilindros de cera era su notable fragilidad y escasa durabilidad. Pese a todo, la compañía no perdía el paso frente a sus competidores.
Ya desde finales del siglo XIX Edison, consciente de las limitaciones de los cilindros de cera marrón, se había encerrado en los laboratorios con el objeto de mejorar las técnicas de fabricación de cilindros. El problema de los cilindros de cera era su notable fragilidad y escasa durabilidad. Pese a todo, la compañía no perdía el paso frente a sus competidores.
Siete cilindros alcanzaron los primeros puestos entre 1900 y 1901: "Mandy Lee", de Arthur Collins (02-1900), "When You Were Sweet Sixteen" (03-1900) y "A Bird In A Gilded Cage" (04-1900), ambas de Jere Mahoney, "Tell Me, Pretty Maiden", de Harry Macdonough & Grace Spencer (04-1901), "Hello Central, Give Me Heaven", de Byron G. Harlan (08-1901), "Jim Lawson´s Horse Trade With Deacon Witherspoon" (07-1901) y "Uncle Josh´s Huskin´ Bee Dance, ambas de Cal Stewart (08-1901).
El problema era que los cilindros maestros (masters) daban para sacar una serie muy limitada de copias antes de degradarse demasiado. Este problema quedó en parte resuelto con los denominados "Moldes Dorados" (Gold Moulded). Desarrollada en 1902, la técnica consistía en fabricar un molde de metal a partir del master de cera, y a partir de este molde metálico fabricar las copias. Gracias a las mejoras en la duplicación de cilindros, y a la creciente industria discográfica del momento, la compañía incrementó significativamente sus ventas a partir de 1902. Canciones populares, piezas instrumentales, y vodeviles constituyen el grueso de las series Gold Moulded, editándose miles de títulos entre 1902 y 1912, cuando se dejaron de fabricar estos cilindros, dando paso a los Blue Amberol, que se fabricaron entre 1912 y 1929, cuando la grabación electromecánica era ya una realidad.
Para poder reproducir estos nuevos cilindros azules Edison puso a la venta las Amberolas, fonógrafos especialmente diseñados para estos cilindros de 4 minutos que estaban recubiertos por una capa superficial del plástico "indestructible" (celuloide). La introducción del Amberol en 1908 inició un resurgimiento del interés por los registros en soportes cilíndricos, pero los problemas de esta técnica pronto se hicieron evidentes. Los Amberol se agrietaban con bastante facilidad y podían romperse durante la reproducción, y a menudo se disgregaban por completo. En 1912, las deficiencias de la cera Amberol eran evidentes y Edison no tuvo más remedio que pagar derechos a Thomas B. Lambert por su patente del cilindro de celuloide, fabricando un celuloide delgado pero resistente teñido de azul, al que denominó "Blue Amberol", con el que consiguió aumentar las ventas de sus cilindros, que ofrecían una excelente calidad de audio para su época.
Discos Diamante: Edison también fabrica discos planos
Los discos planos de Edison, fabricados desde 1912 hasta 1929, eran significativamente diferentes de los discos de Victor o Columbia: tenían un grosor considerable (6 mm), y el tipo de surco los hacía totalmente incompatibles con la Victrola, que utilizaba una punta de acero, muy diferente a la punta diamantina del fonógrafo de Edison. Los discos Edison disfrutaron de su mayor éxito comercial desde mediados de la década de 1910 hasta principios de la de 1920, con un pico de ventas en 1920. Aunque podría decirse que tenían una mejor fidelidad de audio, eran más caros e incompatibles con los productos de otros fabricantes y finalmente fracasaron en el mercado.
No menos importante entre los factores que contribuyeron al declive de sus discos sería la insistencia de Thomas Edison en imponer sus propios gustos musicales en el catálogo, que cada vez se fueron alejando más de las preferencias de la mayoría del público a medida que avanzaba la Era del Jazz. En agosto de 1927 Edison comenzó a usar la grabación eléctrica, convirtiéndose en la última gran compañía discográfica en adoptarla, más de dos años después de que Victor, Columbia y Brunswick hubieran abandonado la grabación acústica.
1925: El final de la Era Acústica
En 1925, Columbia cambia la forma de grabación, introduciendo la técnica de grabación eléctrica, patentada por la Western Electric, frente a la tradicional grabación mecánica. La grabación eléctrica ofrecía una claridad y un tono no conseguidos hasta entonces. El proceso se denominó comercialmente Viva Tonal. Así, el 25 de febrero de 1925 se realiza la primera grabación, el tema "You may be lonesome", cantado por Art Gillham, compositor estadounidense, pionero en la locución de radio y considerado uno de los primeros crooners. Las estrofas cantadas por Gillham marcaban un hito en la historia de la música.