Popular Music

Música Pop. Origen y alcance del término

Es sorprendentemente difícil establecer qué es y cuando “empezó” lo que hoy definimos como “música popular”, entendiendo ésta como una gran familia de géneros y estilos diversos que –por definición– se opone a la música clásica y que, a diferencia de la música folklórica o tradicional, no forma parte del acerbo cultural de una etnia o nación, sino que tiene un lenguaje que lo hace universal.

A la hora de trazar la historia de la música popular, “música pop” o simplemente “pop”, hay que distinguir por una parte, el “pop” –el término genérico aplicado a músicas “populares”–entendido el término como sinónimo de músicas de éxito– y por otra parte, el “Pop”–el género musical que fue denominado así desde finales de los sesenta– así como sus múltiples derivaciones.

El problema con el que nos encontramos, y quizá por eso nos chirría, es que los términos “popular music” y “pop music” se han venido utilizando en el mismo sentido prácticamente desde el nacimiento de la industria musical, e incluso ambos términos se confunden.


Cuando en 1969 el sello Chess, pionero del rhythm´n´blues y del rock´n´roll, lanzaba un recopilatorio con sus artistas clave: Chuck Berry, Bo Diddley, Lowell Fulsom, Howlin´ Wolf, Dale Hawkins, Muddy Waters, Little Milton, el productor T.T. Swan escogió un significativo título para un LP que contaba con una hermosa portada, ilustrada por Don Wilson: “Pop Origins” (Chess 1544).

Hoy en día muy pocos pueden afirmar que Lowell Fulsom, Howlin´ Wolf o Muddy Waters son fieles representantes de la música “pop”, pero esto es así desde que el término “pop” se disoció de la “popular music” y entró en serio conflicto, no con el género “rock´n´roll”, sino con el “rock” en el sentido amplio del término.

A veces las etiquetas, más que ayudarnos, nos confunden. En palabras de George Martin, “Hoy […] el consumidor tiene demasiado donde elegir” (Rock & Pop: La Historia Completa”, Michael Heatley, ed., 2006).

Géneros y subgéneros, estilos y derivaciones configuran un entramado tan rígido como heterogéneo sobre el cual resulta a veces complicado encasillar a uno u otro intérprete. Blues, Country, Easy Listening, Electrónica, Folk, Jazz, New Age, Pop/Rock, R&B, Rap, Reggae… y un sinfín de estilos conforman todo esto que se denomina “Popular Music”.


La gran antología de Reader´s Digest: “Popular Music Hit Parade” (1968) es un repaso a la historia de la música popular a través de 110 temas repartidos en nueve discos, y en el cual se propone un intento (fallido) de clasificación:

“The Best Hits of Today” agrupa a cantantes como Bob Crosby, Vic Damone, Jo Stafford, Nelson Riddle, mientras que en “Pop Hits From The Countryside” y “Country Music Whing Ding” podíamos escuchar temas como “Singing The Blues”, “Tennessee Waltz”, “This Ole House”, “King Of The Road”, “Sixteen Tons” o “Guitar Boogie”.

Pero “Popular Music Hit Parade” era mucho más. Aquí entraba el folk de Jerry Reed: “If I Had A Hammer”; los éxitos de la pequeña pantalla: “Peter Gunn”, interpretado por Warren Barker; la música dixieland: “Tiger Rag”, de la mano de Bob Crosby, y el boogie woogie: “The Happy Piano”, de Wayne & Geraldi.

Lo interesante de esta colección es que podíamos disfrutar de la música tex-mex de The Caballeros: “The Mexican Shuffle” y la bossa nova de Hugo Montenegro: “Summer Samba”, junto al swing de Les Brown: “Woodchopper´s Ball”, los temas de Gershwin interpretados por Peter Parker, o versiones de los Beatles a cargo de Hank Levine. Todo esto es la “música popular”.

Como vemos, la expresión “música popular” hace referencia a toda la música que, durante un determinado periodo de tiempo, fue o seguía siendo “popular”, y esto incluye a muchos y diversos géneros y estilos musicales.


En las listas de éxito del programa radiofónico “Your Hit Parade”, patrocinado por Lucky Strike, los oyentes pudieron conocer, a partir del 20 de abril de 1935, “las partituras y los discos más vendidos, las canciones de mayor audiencia radiofónica y las más programadas en las máquinas automáticas, en la lista más precisa y auténtica de la música popular americana”, y en la que compartían éxitos cantantes como Bing Crosby, orquestas de baile como la Dorsey Brothers, grupos de swing como el de Benny Goodman, o intérpretes de jazz como Duke Ellington.

La industria musical comenzó a mostrar muy pronto un interés especial en fomentar la “música popular”, que ella misma estaba fabricando. Con anterioridad a 1899, Harlan & Madeira habían grabado un “Medley of Popular Songs” (Edison 7676), y en 1904 Olly Oakley había sacado “Popular Songs Of The Day” (Edison Bell 726, 1904), pero en cualquier caso el término “popular” continuaba siendo bastante ambiguo, y también hacía referencia a temas “tradicionales”, como es el caso de los “Popular Songs Up To Date” de la Imperial Military Band (Imperial 80, 1905).


Un poco más tarde el Peerless Quartet sacó “Six Popular Songs”, que incluía canciones de moda como “Roses Bring Dreams Of You”, “In Grandma´s Day”, “When The Sheep Are In The Fold”, “Mandy Lane”, “Sweetheart Days” y “Rainbow” (Edison Amberol 110, 1909), mientras que la banda de Arthur Pryor grabó varios “Popular Medley” para Victor.

”Medley of Old Popular Songs” de Will Oakland (Indestructible 1184, 1911), “Popular Hits Medley” de la Indestructible Military Band (Indestructible 3241, 1911) o “Popular Songs Medley” de la National Military Band (Edison Amberol 12437,1912), contribuyeron a crear esta escena de la “música popular”.


Cuando Okek grabó el primer tema de blues de la historia, interpretado por Mamie Smith & Her Jazz Hounds, “Crazy Blues” (Okeh 4169, 1920) fue anunciado como una “Popular Blue Song”, pero el término “Pop song” se utilizó por primera vez en 1926, y siempre en referencia a una canción cuyo atractivo la hacía “popular”.


En este sentido revistas especializadas como Billboard hablaban incluso de una “escena de la música popular”, a la que empezaba a dar forma con su “Music Popularity Chart”, establecido el 3 de enero de 1942.


La serie de diez LPs “Popular Favorites”, editada por Columbia entre 1949 y 1955, con éxitos de Frank Sinatra, Les Brown, Dinah Shore, Frankie Carle, Doris Day, Arthur Godfrey, Guy Mitchell, Percy Faith, Rosemary Clooney, y un largo etcétera, reflejaban esta simbiosis fundacional entre “música popular” y “grandes éxitos”.

La palabra “pop” quedaba establecida y se amparaba en los estrictos criterios de audiencia y de popularidad que marcaban las revistas especializadas, es decir, la música “pop” era toda aquella que ocupaba las listas de éxitos, una etiqueta que agrupaba a una audiencia heterogénea y muy amplia.


En 1955, con motivo de su 55 aniversario, RCA Victor lanza “Pop Shopper”, un triple vinilo con doce temas de éxito de sus estrellas de renombre: Perry Como, Jaye P. Morgan, Chet Atkins, Eartha Kitt, Perez Prado, Hank Snow y Eddy Arnold, entre otros.


Westminster, por su parte, lanzaba en 1956 su “Pop Sampler”, con versiones de temas de éxito a cargo de las orquestas de Billy Butterfield y de Ferrante & Teicher, entre otras.

Pero a mediados de los 50s el térmimo “pop” comenzó a ser utilizado para señalar un tipo de música que interesaba a un sector determiando de la sociedad: los jóvenes, que empezaban a ser unos ávidos consumidores de discos (The Oxford Dictionary of Music).

Según el “New Grove Dictionary of Music and Musicians” (una de las mayores enciclopedias de música, publicada por primera vez en Londres en 1879), la expresión “pop music” aparece en Gran Bretaña a mediados de los 50s como sinónimo de rock´n´roll y otros estilos musicales asociados a la juventud.


Bajo esta premisa el productor televisivo Johnnie Stewart, apoyado en la “Official Charts Company”, ideó el programa musical más longevo de la televisión británica: “Top of the Pops”, donde semanalmente iban desfilando los grupos cuyos discos entraban en las listas de los más vendidos, y donde se hacía un resumen del Top 20 semanal.

De esta forma el término “pop”, que estaba íntimamente relacionado con “música popular”, comenzó a vincularse y relacionarse, con inusitada fuerza, a una música comercial, efímera y accesible, dirigida a un público mayoritariamente juvenil.

La “juventud” era un mercado en auge y, en términos musicales, cualquier producto era susceptible de llevar el marchamo “adolescente” como reclamo comercial.


Gee lanzó “Teenage Party” en 1958, recopilando a los intérpretes de mayor éxito de la discográfica (Cleftones, Valentines, Wrens, Crows, Harptones), mientras que Broadway Records lanzaba “Teenage All-Time Favorites” (1963), donde compilaba éxitos de rock´n´roll, pop y soul, como“Rock & Roll Waltz”, “My Girl Josephine”, “Stood Up” o “Another Saturday Night”.

Fuera de Estados Unidos, en Alemania, Polydor sacaba un “Teenage Party” con versiones de “Sugartime”, “You Are My Sunshine” o “Diana”, entre otras. En Argentina Odeón editó “ParaJóvenes” (1963), donde unos Jan & Dean, Cliff Richard & The Shadows, o Dion, compartían espacio con intérpretes como Lucho Gatica, Mariano Mores, o Los Wawanco, entre otros.

En Francia “Teenage Party” (Philips, 1963) recogía los éxitios de Johnny Hallyday, Sheila, Claude François, Claude Garden, Serge Gainsbourgh y The Guitare Rockers, entre otros muchos.


Entre 1966 y 1967 Lost Nite Records lanzaba “The Pop Oldies Explosion”, en tres volúmenes, con grupos vocales como The Shangri-Las, The Chiffons, The Shirelles, The Orlons, Association, Newbeats, cantantes pop como Dion, Del Shannon, B.J. Thomas o Barry McGuire, y estrellas del soul como Gene Chandler, Otis Redding, Jackie Lee, Fontella Bass o Wilson Picket, pero también incluía a bandas de rock como Sir Douglas Quintet, The Trashmen, The Rockin´ Rebels, The Count Five, Bobby Fuller Four, Lovin´ Spoonful etc.


Que la juventud no define el género es más que evidente. Entre el 16 y el 18 de junio de 1967 el “Monterey International Pop Music Festival”, uno de los primeros macroconciertos de la historia, congregó a más de 50.000 jóvenes para ver en directo a grupos como Jimi Hendrix, The Who, Ravi Shankar, Janis Joplin y Otis Redding.

Pero en el Festival tuvieron cabida muchos más: El cantante y trompetista de jazz Hugh Masekela, el bluesman Lou Rawls, o la cantautora Laura Nyro.

Esto es “Pop Music”, en sentido amplio del término, o al menos así lo entendían los organizadores del evento, John Phillips (Mamas & The Papas), el productor Lou Adler (brazo derecho de Herb Alpert en la segunda mitad de los 50s) y el publicista Derek Taylor.

Pero poco a poco el término “pop” comenzaba a sonar como algo opuesto a “música rock”, término que se empleaba para definir una música más agresiva, desgarrada y ruidosa, y en cuestión de algunos años ambos géneros quedaron ya nítidamente establecidos.


La discográfica Buddah lanzó en 1968 el recopilatorio “Pop Explosion”, pero a diferencia de otras colecciones similares, estaba confeccionada con grupos que compartían un mismo estilo musical, que podríamos llamar “pop”: The Shadows of Knight, The Lemon Pipers, Mark, Ohio Express, The 1910 Fruitgum Company, TheTidal Wave, The Beeds… En el lado opuesto, “Pop Revolution From The Underground” (CBS, 1968) era todo un manifiesto anti-pop, muy funky y rockero, con grupos como Blood, Sweat & Tears, Spirit, Electric Flag o Moby Grape, entre otros.


Hatch & Millward (“From Blues To Rock: an Analytical History of Pop Music”, 1987) han señalado que los diversos hitos históricos que se suceden en el nacimiento, desarrollo y evolución de la música grabada, especialmente aquellos que se dieron en la décadade los años 1920, marcan el verdadero nacimiento de la industria de la música popular moderna, y es posible que así sea.